Capítulo 8 “La Verdad”

Capítulo 8 “La Verdad”: el comisario confesó que asesinó a Pablo porque se estaba acostando con su mujer. Aprovechó una noche de fiesta para matarle sin que nadie se diese cuenta. Movió todos los hilos posibles para que el caso fuese a parar a su comisaría y cerrarlo. También confesó ser responsable de cortar los frenos del coche de Enrique, que consiguió saltar del coche a tiempo antes de caer por el acantilado. El comisario fue trasladado a prisión y los tres amigos fueron liberados sin cargos. Los tres fueron a casa de Pablo para contarle a su mujer lo ocurrido. Ella sabía que había otra mujer pero nunca había averiguado quién. La mujer de Enrique se alegró mucho de verle. El caso por fín se había cerrado. Mateo, Laura y Enrique habían conseguido vengar la muerte de su amigo gracias a la alianza que habían formado. Ahora tocaba descansar por fín.

Capítulo 7 “Persecución”

Capítulo 7 “Persecución”: la persecución continuaba. Mateo le contó a Laura todo lo de los papeles y, después de lo sucedido, estaban seguros de que el comisario era el asesino de Pablo y Enrique. Continuaban huyendo pero se metieron sin querer cerca del acantilado del accidente de Enrique. Varias balas hicieron que el motor de Mateo se parase. Los dos comenzaron a correr con el comisario detrás. Éste alcanzó de un balazo a Mateo en la pierna y cogió a Laura de los pelos tirándola al suelo para matarle. Alguien apareció de la nada golpeando al comisario en la cabeza y cogiendo su pistola. Enrique acababa de aparecer y se preparaba para llamar a la guardia civil y que el comisario pagase por lo que hizo. La guardia civil llegó junto con una ambulancia que llevó a Mateo al hospital. Tras varias interrogaciones, el comisario estaba preparado para decir la verdad.